
Hoy he salido a rodar una horita para quitar el mono. Desde el día 19 de agosto no había tocado la bici y ya la estaba echando yo de menos...
Hoy no he podido resistirme.
La experiencia ha sido dura, el golpe de pedal no era fino, las pulsaciones iban disparadas, respiraba como una enferma y los watios parecía que ni subían.... Me he acordado de mis últimas pedaladas de agosto, lo fina que iba, los watios que movía.... buf.... ¿donde estarán?
Bueno, ¡no importa! A pesar de eso he llegado a casa con una sonrisa en la cara y con ganas de volver a cogerla otro día. ¡Vuelve la ilusión, las ganas de pedalear, de sufrir con mi amaro!
¡He vuelto!