
Tras una semana de nervios horrorosos y un miedo aún mayor, el sábado a la mañana empezó mi viaje hasta Comillas. Había quedado allí con un amigo del
foromtb, Julio
Laplaza (que
carrerón hizo).

Dejamos las
bicis en los
boxes que había en la playa de Comillas y fuimos hacia Los corrales de
Buelna (
perdiéndonos varias veces
jiji). Al fin llegamos allí, comimos algo, dejamos las zapatillas en una cajita y nos subimos al autobús que puso la organización. El autobús tardó muchísimo en salir y eso hizo que todos
estuviésemos más nerviosos todavía, algo casi imposible....

Al llegar a Comillas fuimos a dejar los bártulos para ir pronto al marcaje y poder calentar algo. Al dejar las cosas me encontré con mucha gente conocida en
boxes, me
dió pena no poder quedarme más tiempo a charlar, pero es que las chicas salíamos antes y no me daba tiempo! Total, que
fui al marcaje y cuando me estaba intentando poner el
neopreno se me acerca un reportero, ¡me hicieron entrevista! y yo allí, hablando por el micro.... ¡que corte!
Cuando pude escapar de las garras del reportero salí corriendo a calentar un poco. La salida se retrasó bastante. Cuando dieron la salida empecé a correr como una loca, tanto que
fui la primera en entrar al agua
jaja eso si, me parece que pegué unos buenos empujones a la pobre Raquel
Lombo... cosas de la emoción del momento.... lo siento
pitxina.
La verdad es que no me puedo quejar de las sensaciones del agua. La mar estaba peleona, más
dificil que en otras carreras donde he participado, pero parece que ya voy dominando un poquito más la técnica y me voy encontrando más a gusto. Eso si, todavía tengo que cambiar un poco el chip, porque no consigo sufrir en el agua, cojo
ritmito de crucero y no aprieto.... Por cierto, eso de ir con gafas buenas es la leche, que bonita estaba la mar, había bancos de peces y un fondo precioso, daba pena salir de allí.

Lo peor de la natación era que teníamos como 500m de correr hasta
boxes por arena suelta,
fue durísimo... iba toda mareada, y las escaleras mojadas fueron un martirio, eso si, nada a comparación de lo que me quedaba por sufrir.

Uy.... ¡PERDÍ MIS TAPONES! había que devolver el gorro y me los dejé dentro.... jaja ¡Mecagüen!
La
bici empecé con muy malas sensaciones, las piernas estaban muy cargadas y no conseguía encontrar mi ritmo. Empecé a comer y beber, pero la cosa no mejoraba, todo hasta que pillé una subida larga. Allí me recuperé, encontré mi ritmo y empecé a ir algo más a gusto.

Al de un rato se me acercó un
cicloturista que no hacía más que apretar el ritmo, un gallo, y cuando se cansaba se dejaba caer. Para no ir a rueda tenía que andar bajando el ritmo o cambiando de trazada continuamente. El tío me iba tocando bastante las narices, no os lo voy a negar, pero lo peor vino cuando se me acercó un juez y me dijo que si seguía así me sancionaba. Me agarré un mosqueo de campeonato, ¡yo no tenía la culpa de que estuviese ese
tío allí! Parece que el tío se
dió por aludido y se retiró a la cuneta.

Después de ese calentón llegó una larga bajada y es cuando empecé con otro bajón (muy típicos en mi en la
bici, lo bueno es que me duran poquito...).
Fué allí cuando me empezaron a pasar los primeros chicos. La
dúlce y celestial música que producía el carbono de las ruedas lenticulares me hicieron despertar y empecé a ir fuerte otra vez.
Al de unos
kilometros comenzaron los dolores de tripas y me empecé a hundir. Justo en ese momento, en uno de los más complicados en el sector de ciclismo, tuve un
chute de energía. Empiezo a sentir un ruido de moto... y de repente escucho: ¿Cómo vas? Y yo pensando.... ¿que leches hace un juez
preguntándome? Miro a mi izquierda y me encuentro a
Aitor.... Le
fuí viendo por varios puntos en la carrera y eso me
dió mucha fuerza, ¡Gracias!

Cuando ya iba entre
triatletas el sector de ciclismo empezó a ser más fácil. Empecé a disfrutar. Ya no me dolía la espalda, ni las piernas. Sólo notaba un poco cargado la planta del pie izquierdo.
Llegué muy a gusto a
boxes, y me quedé sorprendida cuando me cogieron la
bici para hacer la transición, ¡que gozada! Por cierto, un diez para la organización, estaban muy entregados, y siempre con una sonrisa en la cara.

En la transición bino uno de los golpes más fuertes. Al ponerme la zapatilla izquierda me di cuenta que no podía pisar, el pie que sentía cargado en la
bici no podía posarlo.
Mi primer pensamiento
fue: NO VOY A PODER ACABAR. Pero pensé, TIRO HASTA DONDE LLEGUE, NO ME RINDO.
Empecé a correr como podía. Lo que no podía posar era el lado externo, tenía muy cargado el
tendón del
flexor del dedo meñique, así que
fui corriendo posando sólo el lado interno del pie. Seguía doliendo, pero le di un respiro y pude ir poco a poco.
La primera vuelta era larga, de unos 10km. Para mi la vuelta más bonita. Las sensaciones no eran del todo malas al pasar por la zona de meta. A partir de
ahí quedaban 5 vueltas por el pueblo. Es lo que más duro se me hizo. Mentalmente iba más o menos fuerte, pero mi pie se iba resintiendo mucho, y los dolores de flato le acompañaron.

Todo
hubiese sido un infierno si no llega a ser por toda la gente que estaba por el circuito animando. Desde la gente del pueblo que salía de sus casas a darnos agua, los amigos que estaban en la zona de meta gritando como locos, compañeros y los de la organización.
Cuando estaba a 200m de meta un montón de sentimientos recorrieron todo mi cuerpo. Sólo alguien que haya sufrido algo así puede entenderme. Pensé: Es mi primer año en el mundo del
triatlón y me he hecho un Medio
Ironman, ¡soy la leche, ni ésto puede conmigo!
jaja. Llego a meta y me encuentro a un montón de gente a la que quiero un montón
dandome la enhorabuena por haber terminado,
esperándome en la misma linea de meta. Han pasado más de 6 horas y siguen ahí con su sonrisa,
esperándome para darme un abrazo.
¡ESTO NO TIENE PRECIO!
Gracias a todos por vuestro apoyo, sois los mejores.
Total, que me voy a poner un 8 en la natación porque he mejorado en comparación con otras pruebas (los dos puntos me los quito por haberme relajado y por hablar con los piragüistas jaja). El sector de ciclismo lo he debido bordar, así que me pongo un 9 (me quito un punto por no acertar OTRA VEZ con la comida). Y me pongo un 10 en la carrera a pie por no rendirme y seguir corriendo. Los tiempos de la carrera a pie han sido horrorosos, pero no retirarse sufriendo como iba sufriendo creo que tiene un mérito de la leche, así que
ale, un 10 para mi
jeje. El que piense lo contrario que hable ahora o calle para siempre...
Por cierto, hoy pensé que sería un cuerpoescombro, ¡pero no! Sólo tengo el pie izquierdo hinchado, el resto no me duele apenas, ¿será que estaban los deberes hechos?