
Hoy tocaba correr en
Sondika una carrera de ciclismo. Pensé que iba a llegar con las piernas muy tocadas, pero las tenía como nuevas.
La carrera iba a estar peligrosa por el agua y el tipo de circuito (varias rotondas
contraperaltadas y con mal asfalto)... Se notaba mucha la tensión en el pelotón, todas con miedo a caernos. Las ruedas casi no frenaban y a esas velocidades un error implicaba suelo.
Hemos empezado la carrera neutralizada y yo ya he empezado cometiendo los mismos errores de siempre.... ya estaba a cola de pelotón. Lo malo es que
estábamos juntas las
élite y las
juniors.
Han empezado los primeros repechos y me sentía bien, con fuerzas. Las piernas respondían muy bien, pero las pulsaciones se disparaban bastante. Había chicas que se empezaban a descolgar y he tenido que hacer un esfuerzo extra para volver a coger el pelotón.
En el último repecho las he dejado marchar un poco porque luego tocaba una bajada donde estaba segura que las iba a volver a coger. Ahí a sido donde ha terminado mi carrera. Los coches de equipo nos han adelantado y nos han hecho frenar un poco en el comienzo de la bajada. El pelotón se iba alejando un poco más.
Pero lo peor estaba por llegar. Ya
sabéis que cuando uno va a muy altas pulsaciones los reflejos se merman un montón, y como te empujen un poco vas casi seguro al suelo....
Pues bien,
íbamos unas 6 chicas a 60km/h bajando a la caza del pelotón con el suelo mojado y a muy altas pulsaciones cuando el primer coche de una fila de 8 o 9 se ha parado a saludar en la cuneta a un conocido (o esa sensación ha dado, pero... ¿no tienes espejos hijo mío? ¡que vas en una carrera!). El segundo coche se ha parado en paralelo suyo para
reñirle, el resto pitando.... ¿Y NOSOTRAS POR DONDE NARICES PASAMOS? Las
bicis no frenaban nada y casi no había sitio para pasar. ¡Una
bici no frena igual que un coche! Yo iba la primera y he librado... pero luego he
oído que una chica se ha ido al suelo. El parón que nos han hecho dar, más la
temblequera de piernas que teníamos por el susto y la mala leche que nos han puesto han acabado con nosotras. Yo ya estaba segura de que no cogía el pelotón, así que de rabia me he rendido y he tirado para el coche.
Ahora, reflexionando, me enfado mucho más conmigo misma, porque creo que tenía que haber seguido,
intentándolo... Pero no se, en ése momento.... Bueno, vamos a alegrarnos de que por lo menos no hemos tocado ni suelo ni coche.